miércoles, 12 de noviembre de 2008
Cotidiario
Sale de casa y le parece un día común. Desde el despertar a sido todo igual. El mismo sonido molesto de la alarma, nada parece cambiar, la hora, el mismo baño, la ropa cambia. . . menos mal, el desayuno siempre leche, cereal preferentemente de colores, fruta, yogur, y si anda intrépido y con tiempo una quesadilla. Son las 8:30 y es hora de salir si quiere tomar el bus y llegar temprano. Saca la basura para evitar que los bichos se hagan su propio desayuno con todo lo que hay en la bolsa. Da la vuelta a la esquina ve a Juan este es el mas majo de los vecinos. En su jardín tiene un viñedo que protege a muerte de las palomas con su espantapájaros de 2 palos y una playera rota del Zaragoza. Como todos los días lo saluda con la misma frase y alegría sin importarle la hora "buen día". Juan con otro vecino se sientan por las mañanas y por las tardes en la banca frente a su casa y ven la vida pasar y se la pasan saludando al que pasa. A pocos metros y del otro lado de la calle esta Gustavo. No se si sea amigo de Juan, nunca los he visto juntos. Parado afuera de su puerta como cualquier otro día. Se miran como siempre y como siempre no hacen nada, ni un gesto, ni un sonido solo se miran. Sigue caminando, Gustavo lo sigue viendo. El con cierta discreción lo mira de reojo. Cuando lo volteo a ver el lo ignora o se voltea para otro lado, pero se da cuenta que no deja de mirarlo mientras se acerca y pasa junto a el. Le dice hola pero no hace nada. Antes de dar la vuelta en la esquina lo mira y se detiene. El empieza a caminar y no se que piensa, no se si le va a decir algo o es casualidad. Se espera pero el se detiene junto a un árbol y lo mira intensamente como rentándolo. Sin decir nada levanta la pata y lo marca como cualquier otro día.
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