jueves, 16 de octubre de 2008

España 2 Mexico 2

Hoy que empezó como un gran día como todos los días, este en particular con un toque especial porque a 2 semanas de empezar a trabajar ya tenía mis dos primeras ventas y clientes. En fin el día mejoraba por que cualquiera que viva de las ventas, vender es lo que te hace el día, y ahora imagínate cuando vendes la primera vez un producto que hace un mes ni si quiera sabias que existía. Así que el día iba bien, con la panza llena, con tanta positivitez que iba por las calles con una sonrisa estúpida que seguro molestaba a los demás, así que caminando a paso largo, con mi lap en la maleta para llevarla a que le revisaran la pantalla que andaba fallando y como mis técnicas rusticas ya no eran suficientes para continuar usándola ya se había vuelto una obligación, con esto en mente y una foto para ir a sacar el abono mensual del bus y empezar a ahorrar dinero en los peajes citadinos me dirigí al centro, antes de llegar una llamada de auxilio y bueno no era ninguna cuestión de vida o muerte ni que fuera yo superman, era lo que parecía hasta ese momento una tarea tan fácil que hasta yo podría llevarla a cabo sin problemas, ser el vigilante una camioneta tan grande como los problemas económicos mundiales, mientras hacían la mudanza Mari y Fernando. La tarea parecía fácil hasta que lo dejo de ser, con una calificación perfecta cumplí mi trabajo hasta el pie de la letra y las cosas de Mari, todas para ser exacto están donde deberían de estar, lo que no fue tan perfecto fue que mientras vigilaba vigilando las cosas omití un detalle, poner un poquito de atención a mi propia maleta lo que me costo, por que los amigos de lo ajeno ni flojos ni tontos, se dieron cuenta de mi estado de vigilancia incompetente y cual rápidos que son mi maleta con la foto, una tarjeta del bus con 5 euros y mi lap fueron extraídas con gran habilidad y velocidad por el autentico ladrón internacional de joyas de Zaragoza.
Una vez mas había sido víctima de la delincuencia en este país, de los 3 robos que había sufrido en la vida, hasta este momento que incluian el de mi coche y el de la casa en México, y turisteando en Barcelona las maletas, este me dejaba sin computadora pero eso sí, lo que puedo aprender es que aunque haya vivido en la capital del robo, uno nunca está preparado para todo y aunque lo estuvieras segurito te tocaría algo nuevo, así que me queda el consuelo que no podrán usar la computadora, que lo perdido son archivos y fotos que algún día extrañare, que lo único que me queda es una historia para contar de mi propia estupidez.

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